KCRD es el alias de Kiko Córdoba, DJ residente en Höhle Club, cuyo viaje musical comenzó a los 16 años, cuando pidió una mesa de mezclas por Reyes. Aquel gesto marcó el inicio de una pasión profunda por la música electrónica, nacida de las pistas de baile y alimentada por el deseo de entender cómo se tejían los sonidos que lo emocionaban en las discotecas de su adolescencia.
Influenciado en sus inicios por artistas como Urta & Navarro y, más adelante, por Andrés Campo, su evolución le ha llevado hacia un sonido propio, duro y contundente, con atmósferas intensas que buscan conmover y hacer vibrar a quien lo escucha. Actualmente se inspira en referentes como Kobosil, Klofama, Toxyc Machinery o Vendex, nombres que resuenan en su selección musical y su enfoque artístico.
KCRD entiende la cabina como un espacio de conexión con el público, un lugar donde explorar los límites del sonido y buscar nuevas texturas sin perder nunca el pulso de la pista. Su propuesta va más allá del ritmo: es una experiencia emocional que se construye sesión tras sesión, con una energía que dialoga con quienes bailan.
Tras años de esfuerzo, ahorro y entrega a su arte, encontró en Höhle no solo una residencia, sino una segunda familia. Un lugar que le devolvió la luz en un momento de dudas, y que hoy representa su casa musical: un espacio donde puede expresarse con libertad y recibir el amor del público en su forma más sincera.
A lo largo de su trayectoria, KCRD ha llevado su sonido a salas como MUV (Madrid), La Boit de Florida y Sonora, dejando huella con sets intensos, honestos y técnicamente sólidos. Aunque hoy su camino profesional lo lleve por el terreno digital, sigue pinchando vinilos en casa, buscando joyas olvidadas y reconectando con la esencia de lo que lo llevó a enamorarse de esta cultura.
Su historia es la de alguien que nunca dejó de creer en la música, incluso cuando todo parecía apagarse. KCRD no solo mezcla canciones: construye paisajes, invoca memorias y se entrega en cada sesión como si fuera la última.